La presentación del concurso de acreedores, conlleva la paralización de las obras que tenían en ejecución, (en su mayoría edificios y urbanizaciones con construcciones avanzada) y la imposibilidad de entregar las viviendas a los compradores de las mismas mientras avanzan procesalmente los concursos de acreedores en los que están inmersas las constructoras.
Pero esta crisis de las constructoras, está llevando a una situación delicada e insostenible a las promotoras que habían emprendido la venta de las viviendas a cientos de familias que ven como pasa el tiempo y no les entregan las viviendas después de haber desembolsado importantes cantidades de dinero para la compra de los inmuebles.
El denominador común de estas constructoras, es la insolvencia producida por la subida no programada de costes y la imposibilidad de hacer pagos a los subcontratistas, los cuales dejan de acudir a las obras, en esta situación concursal, para no ver incrementadas sus pérdidas a causa del impago de sus facturas por parte de las constructoras concursadas. Desde 2017 se ha vivido una enorme inflación de costes en las subcontratas debido, fundamentalmente, a la falta de mano de obra preparada para asumir el repunte de la edificación, ya que tras la burbuja gran parte de los profesionales abandonaron el sector.
El escenario es muy peligroso para los compradores de las viviendas no terminadas, ya que la quiebra de la constructora puede traer en cascada la quiebra de los subcontratistas y de las promotoras. El margen de explotación ha disminuido, como consecuencia de la subida de los salarios mínimos, la subida del coste de los materiales y el encarecimiento de la mano de obra del personal, lo que ha hecho insostenible la situación para las constructoras y subcontratistas, con subidas de costes de construcción del 18% para unas y la caída de los márgenes brutos en los subcontratados, habiendo entre estos actividades con precios inferiores a 2016 y 2017. El incremento de los precios estos años pasados ha provocado una subida de precios no previsible paras las empresas concursadas a lo que se une un enfriamiento del sector, dado que en los años 2018 y 2019 cerró con un descenso del 3,3% en compraventa de vivienda, lo que no ocurría desde 2012.
Para paliar esta situación, las promotoras deben de contratar equipos de obras propios y potenciar sus protocolos de control ante los concursos de acreedores de las constructoras.
Concretamente y a modo de ejemplo, la constructora Byco ha ido reduciendo el ritmo de la construcción de las viviendas de la promoción “Puerta de Madrid” en Alcalá de Henares, las cuales deberían de haberse entregado en junio de 2019 y a fecha de hoy aun no han entregado las viviendas. La promotora Q 21 (Hagblom Investments S.L.U. ha remitido una inquietante carta a los compradores de las viviendas que componen esta promoción, de la cual se deducen las dificultades de poder entregar las viviendas como consecuencia de la presentación del concurso de acreedores de la constructora Byco en el juzgado nº 2 de lo mercantil de Bilbao (Inbisa Construcción), como antes hemos indicado, Byco ha operado bajo la marca Inbisa Construcción, se separó de la promotora y depende del Grupo Inberalia, aunque cuenta con González Moro como accionista común. Según las últimas cuentas de Byco presentadas en el Registro Mercantil, la constructora obtuvo un negocio de 210 millones de euros y 3,36 millones en pérdidas. La compañía no ha facilitado cifras el ejercicio de 2019, que le ha llevado a concurso de acreedores, ni su deuda actual.
Las viviendas de la promoción “Puerta de Madrid” carecen de certificado de primera ocupación como consecuencia de la no terminación de los trabajos de construcción previos a su solicitud, ante la negativa de los subcontratistas de aumentar sus pérdidas ocasionadas por los impagos de sus trabajos a causa del concurso de acreedores de Byco. La intranquilidad de los compradores es evidente, ya que el retraso en la entrega de las viviendas superará en más de 12 meses lo pactado en el contrato, lo a buen seguro va a desembocar en futuras acciones judiciales de daños y perjuicios de los compradores contra la promotora 21 (Hagblom Investments S.L.U.
Como esta promoción, se encuentran otras muy retrasadas como consecuencia de los concursos de acreedores de las constructoras a las que nos hemos referido, lo que nos marca la antesala de una crisis de la construcción y una reordenación y depuración del sector de la construcción de las obras de viviendas